domingo, 27 de septiembre de 2015

Homicidio en grado de tentativa con abuso de fragilidad.


Me culpas porque nunca pude ni quise
en tu vórtice de dramas caer;
me preocupan también los matices
cuando no me pretenden corroer.

No podría hacer cualquier cosa
con tal de hacerte feliz;
nunca fuiste frágil mariposa
y por esa razón te escogí.

Y me apuntas con una pistola
de lirismos cargados de ruindad
obviando todas las noches de amapola
en las que yo, quizás, te pude amar.

Y me disparas algún que otro verso
con la firme intención de matar:
no aprecias que en tu desprecio
queda impresa tu mala voluntad.

Me derramas y me pisoteas
para poder soñarme incierto,
aniquilas con ese insulto
aquello que parecía perfecto.

Lo describes como un infierno
porque no supiste verlo;
Son mentiras que te has contado
para poder excretar otro cuento.

Este es mi último poema,
no te voy a escribir más.
Has asesinado lo bello
y con tu culpa me quieres cargar.













Ilustración dentro de marco por Ruben Ireland

1 comentario :

  1. Muy bonitos versos, descarnados en noches de vigilia, olores macerados en vino y rosas.
    Belleza sacada de un trozo de carne podrida. Eres arte.

    ResponderEliminar

Cont@cto