Espejos que son
milímetros cúbicos
en plata de río.
Sanchos sin burro bombardean, con espinas de cardo y dichos populares, mi conciencia.
Vomitan su desprecio en frases hechas para desentenderse de una odisea que creen no haber elegido.
La culpa se solidificó hasta el hastío,
y cuando había conseguido sentirse pétrea, casi férrea,
se quebró en infinitas esquirlas de cristal.
Dejó un espantoso charco de sangre
en el suelo de la mirada,
pero también curó la migraña producida por esta inmensa soledad que nunca he elegido.
Obviando su trasfondo ideológico; olvidando que era una de las posesiones favoritas de Hitler y pasando del hecho de que su autor fuese amigo personal de éste. El tríptico “los cuatro elementos” de Adolf Ziegler me parece fascinante , tanto por su impresionante calidad pictórica como por su fuerza simbólica.
--------------------------------------------- ---------------- Gracias por poner la voz, Hermano Autógeno, ha quedado sublime --------------- |
Grabado de Darrel Perkins |